El inicio de la escuela infantil es un momento de grandes cambios tanto para el bebé como para los padres. No solo implica un nuevo espacio y nuevas rutinas, sino también una separación que puede generar diversas emociones: ilusión, culpa, miedo, tristeza o incertidumbre.
Si te encuentras en este proceso, es completamente normal que te hagas muchas preguntas: ¿cómo vivirá mi bebé esta separación?, ¿qué cambios puedo notar en él?, ¿cómo puedo ayudarle a adaptarse mejor?, ¿y cómo gestiono mis propias emociones?
En este post, vamos a hablar de todo lo que necesitas saber sobre la adaptación a la escuela infantil, teniendo en cuenta las necesidades emocionales del bebé y las de los padres.
¿Qué tener en cuenta antes de empezar la escuela infantil?
Antes de iniciar la adaptación, es importante reflexionar sobre algunos aspectos clave:
La edad del bebé y su desarrollo emocional: No es lo mismo iniciar la escuela infantil con 4 meses que con 18. Cuanto más pequeño sea, más necesitará la presencia y el contacto con sus figuras de apego.
Las necesidades individuales del bebé: Cada niño es único. Algunos se adaptan rápidamente, mientras que otros necesitan más tiempo y acompañamiento.
El tipo de centro y su filosofía: Es importante elegir una escuela infantil que respete los tiempos de adaptación y que tenga un enfoque sensible a las necesidades emocionales de los niños.
¿Cómo debería ser una adaptación respetuosa?
La adaptación no es solo un período de «prueba» en el que el bebé se acostumbra a la escuela. Es un proceso en el que el niño necesita sentirse seguro en un entorno nuevo, y para ello es fundamental que se haga de manera progresiva y respetuosa.
1. Introducir la separación de forma gradual
El bebé necesita tiempo para conocer a los cuidadores, explorar el espacio y sentir que la escuela es un lugar seguro. Una adaptación progresiva suele incluir:
Primeros días con la presencia del progenitor en el aula, permitiendo que el bebé observe e interactúe sin presión.
Aumento gradual del tiempo sin el progenitor, empezando por periodos cortos.
Respeto por el ritmo del niño, sin forzar separaciones abruptas.
2. Crear un vínculo con los cuidadores
Para que el bebé se sienta seguro en la escuela, necesita generar un vínculo con sus educadores. Es importante que los profesionales sean sensibles a sus señales y respondan con cercanía y afecto.
3. Mantener rutinas estables
Los bebés encuentran seguridad en la repetición. Mantener rutinas similares en casa y en la escuela (horarios de sueño, alimentación y despedidas) les ayuda a anticipar lo que va a ocurrir y sentirse más tranquilos.
4. Despedirse siempre, sin engaños
Nunca es recomendable irse sin avisar o tratar de distraer al bebé para que no note la salida del progenitor. Aunque el momento de la despedida pueda ser difícil, un «te quiero, nos vemos luego» con tranquilidad y seguridad ayuda al bebé a comprender que la separación es temporal y que sus padres siempre regresan.
Cambios esperables en el bebé durante la adaptación
Es completamente normal que el bebé experimente algunos cambios en su comportamiento durante este proceso. Algunos de los más comunes son:
Llanto en el momento de la separación: Es una reacción natural al cambio y a la ausencia de sus figuras de apego. Con el tiempo, si la adaptación es adecuada, el llanto suele disminuir.
Mayor demanda de contacto en casa: Puede que el bebé quiera más brazos, pecho o atención al regresar de la escuela. Esto es su manera de compensar la separación.
Alteraciones en el sueño: Algunas noches pueden estar más inquietos o despertarse más. Esto suele ser transitorio.
Menos apetito o cambios en la alimentación: En ocasiones, los bebés tardan en sentirse cómodos comiendo en un entorno nuevo.
Irritabilidad o mayor sensibilidad emocional: Al ser un proceso que implica un esfuerzo emocional, es normal que el bebé esté más sensible en casa.
Estos cambios suelen ser temporales. Si persisten durante mucho tiempo o se intensifican, puede ser útil revisar el proceso de adaptación y evaluar si el bebé está recibiendo el acompañamiento necesario.
El impacto emocional en los padres
La adaptación a la escuela infantil no solo es un reto para los bebés, sino también para los padres. Es común experimentar una mezcla de emociones:
Culpa por la separación: Muchos padres se preguntan si están tomando la mejor decisión o si su bebé sufrirá.
Ansiedad por el bienestar del bebé: La preocupación por si estará bien, si comerá o si lo cuidarán con cariño es completamente normal.
Tristeza por el cambio de etapa: La entrada a la escuela marca un paso en el crecimiento del bebé, lo que puede generar nostalgia.
Para gestionar estas emociones:
Valida lo que sientes. No estás solo/a en esto, y es normal que te cueste la separación.
Infórmate sobre el proceso. Comprender cómo se siente tu bebé y qué puedes hacer para apoyarlo te dará más seguridad.
Mantén una comunicación abierta con la escuela. Conocer cómo está tu bebé en tu ausencia puede ayudarte a sentirte más tranquilo/a.
Busca apoyo. Hablar con otros padres o con una psicóloga perinatal puede ayudarte a vivir este proceso de manera más serena.
La adaptación a la escuela infantil es un proceso que implica emociones intensas tanto para el bebé como para los padres. Para que esta transición sea lo más respetuosa posible, es fundamental seguir un proceso progresivo, validar las emociones del niño y ofrecerle la seguridad que necesita.
Si sientes que este proceso te está resultando especialmente difícil o que la separación con tu bebé está generando mucho malestar, en Psicóloga Perinatal Online podemos ayudarte a gestionar este cambio con herramientas que te aporten tranquilidad y confianza. ¡No estás solo/a en este camino! 💙